Apenas reelegida al frente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen puede, junto con su comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, presumir de haber atrapado a uno de los gigantes digitales estadounidenses, al que Bruselas acusa de prácticas anticompetitivas.
El jueves 8 de agosto, Apple desveló nuevas condiciones de uso de su tienda de aplicaciones, más favorables para los desarrolladores, y que según la marca Apple cumplen ahora con la nueva normativa europea, la Digital Markets Act (DMA), que entró en vigor en marzo.
Los cambios introducidos por la empresa estadounidense se producen tras una investigación abierta por Bruselas el 25 de marzo y un dictamen preliminar emitido el 24 de junio, que coloca a Apple bajo la amenaza de fuertes sanciones: hasta el 10% o incluso el 20% de su facturación global (383 mil millones de dólares). para el ejercicio 2023, es decir, más de 350 mil millones de euros), en caso de reincidencia. “Las reglas de la App Store violan las Regulaciones de los Mercados Digitales porque impiden que los desarrolladores de aplicaciones dirijan a los consumidores a canales de distribución alternativos para ofertas y contenidos”explicó Bruselas a principios de verano.
Una victoria para los desarrolladores
Las nuevas condiciones de uso deben permitir, en particular, a los desarrolladores promocionar, dentro de su aplicación, otras ofertas, menos costosas que las ofrecidas en la App Store. Pero también que se reduzcan las comisiones recibidas.
Una victoria para los consumidores, pero también para los desarrolladores, que lamentan las elevadas comisiones que tienen que pagar a la firma de Cupertino (California) para poder vender sus servicios en la App Store. Dos empresas han estado al frente de esta lucha. Epic Games, productora del juego Fortnite, y que fue expulsada de la App Store en agosto de 2023 -y de la tienda de aplicaciones de Google- por intentar ofrecer vías de acceso alternativas a su juego estrella, y a la plataforma de streaming de música. Spotify, que en marzo consiguió que la Comisión multara a Apple con 1.800 millones de euros por sus prácticas anticompetitivas.
En términos más generales, Europa busca combatir los “jardines cerrados” que permiten a los principales actores digitales imponer sus leyes y condiciones comerciales a sus socios. La línea de defensa de Apple ha sido durante mucho tiempo que las comisiones cobradas a los desarrolladores estaban vinculadas a la extraordinaria exposición que la empresa les ofrecía, a un sistema de pago formidablemente eficiente, al desarrollo de herramientas útiles para su trabajo y a una garantía sobre la calidad de el contenido. La marca Apple también señala que las comisiones más caras que impone sólo se refieren a las aplicaciones más populares.
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