La entidad conocida como ONU ha solicitado con urgencia al Ejecutivo de Honduras que dé por terminado el estado de excepción vigente antes de los comicios generales que se realizarán el 30 de noviembre de 2025. El organismo mundial argumenta que la extensión de dicha medida excepcional implica un peligro directo para el ejercicio de derechos fundamentales, ya que restringe libertades básicas como el libre tránsito, la capacidad de reunión y la manifestación pacífica. La ONU alerta que mantener un estado de excepción sin adecuada supervisión podría impactar de manera negativa la confianza en el proceso electoral y el entorno democrático del país.
La organización destaca en su declaración la importancia de realizar las elecciones en un ambiente sin intimidaciones y sin restricciones caprichosas. Prolongar el estado de excepción podría crear un ambiente de miedo que no sería compatible con unas elecciones abiertas y justas, además de elevar la posibilidad de abusos de poder y restringir la movilización de actores políticos y sociales. Por eso, se hace un llamado para restablecer completamente las garantías constitucionales y asegurar una participación equitativa.
Peligros vinculados al estado de emergencia en el marco de elecciones
Diversos organismos de derechos humanos asociados al marco de la ONU han indicado que la continuación del estado de emergencia en Honduras aumenta la posibilidad de conductas autoritarias y repercute de manera directa en la actividad política de grupos de oposición y entidades civiles. La restricción de derechos como el de protestar y congregarse pone en peligro el avance democrático, particularmente en un entorno de elecciones.
La representante de derechos civiles y políticos ha enfatizado que la combinación de democracia y represión no es viable. La prolongación del estado de excepción podría debilitar la legitimidad del proceso y erosionar la confianza de los ciudadanos en las entidades responsables de asegurar comicios libres.
Exhortación para asegurar unas elecciones claras y justas
Ante esta situación, la ONU ha pedido a los líderes de Honduras que reestablezcan en su totalidad los derechos constitucionales que fueron revocados y aseguren la libertad de prensa, de expresión pública y de agrupación ciudadana durante el periodo electoral. También ha destacado la relevancia de reforzar el papel del Consejo Nacional Electoral (CNE) como una entidad autónoma y permitir la supervisión tanto nacional como internacional sin limitaciones para garantizar la transparencia y la validez del proceso.
El ente global determina que no se puede progresar hacia comicios genuinos bajo un régimen de excepción. Para salvaguardar la integridad democrática de la nación, es esencial eliminar esta medida extraordinaria y fomentar una participación activa de la ciudadanía, asegurando condiciones equitativas y el respeto total a los derechos fundamentales.