Hubo que esperar hasta el final de su rueda de prensa, el miércoles 31 de enero, para que el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, soltara su bomba: «No creo que sea probable que el comité alcance el nivel de confianza (suficiente) por la reunión de marzo (para empezar a bajar las tasas) Pero eso está por verse.» De repente, Wall Street se ha estancado y las tasas de interés están tensas.
Los operadores que esperaban que el banco central estadounidense redujera sus tipos en la próxima reunión de su comité de política monetaria el 20 de marzo tendrán que esperar, probablemente hasta la próxima reunión, el 1 de marzo.oh mayo. En su comunicado de prensa, la institución ya había insinuado que la caída no se produciría de forma inmediata, sino de manera menos explícita: «El Comité de Política Monetaria no cree que sea apropiado reducir (las tasas) hasta que haya adquirido mayor confianza en el hecho de que la inflación avanza de manera sostenible hacia el 2%. »
En su reunión de diciembre, la mayoría de los miembros de la Fed predijeron que recortarían las tasas tres veces en 2024, después de dos años de ajuste crediticio.
Misión casi cumplida
Desde marzo de 2022 hasta el verano de 2023, la Reserva Federal aumentó repentinamente sus tipos, del 0 al 5,25%, para frenar la inflación, nacida de los cuellos de botella creados por la crisis del covid, acentuada por la guerra en Ucrania y facilitada por una política fiscal y ultralaxa. la política monetaria. La brutalidad del ajuste monetario tenía como objetivo evitar una espiral inflación-salarios y expectativas de aumento de precios elevados.
Dos años después, la misión está casi cumplida: la inflación anual cayó al 2,9% en diciembre de 2023. Este desempeño se logró de manera casi milagrosa, con el desempleo en su punto más bajo, 3,7% y un crecimiento sólido (2,5% en 2023).
Pero Powell quiere estar seguro de que no liberará a la novia demasiado pronto, para evitar un resurgimiento de la inflación como lo experimentó Estados Unidos en los años 1970 y 1980.
Wall Street, que abrió a la baja debido a los resultados considerados demasiado débiles de Microsoft y Google, cerró la sesión con una caída del 1,61% en el índice S&P 500 y del 2,23% en el Nasdaq, que reúne a los principales valores tecnológicos. Los tipos a diez años siguen siendo bajos, del 3,95%, frente a más del 5% en octubre de 2023.