El jueves 28 de diciembre, el tribunal de comercio de Bobigny declaró la liquidación de Habitat, sin mantener su actividad. Esta decisión lleva “la pérdida de empleo para cerca de 400 empleados, sumiéndolos así en una precariedad extrema”aquellos que “Llevo dos meses sin sueldo”indica la CGT en un comunicado de prensa.
La marca de venta de muebles y decoración, que democratizó el diseño en los hogares franceses, estaba en quiebra desde principios de diciembre. En esta ocasión, sus veinticinco tiendas en Francia estuvieron cerradas. En cuestión: “Profundas dificultades financieras” atribuible, según la empresa, “a una gestión anterior fallida exacerbada por factores más recientes” como la inflación, una caída en el tráfico de las tiendas y “Los movimientos sociales internos han perturbado la actividad”. Habitat France (315 empleados) generó una facturación de 65 millones de euros en 2022, y su empresa matriz, Habitat Design International (68 personas), facturó 51,8 millones de euros.
Fundada en 1964 por el británico Terence Conran (1931-2020), Habitat tuvo su apogeo en la década de 1980. Su caída se aceleró con los cambios de propiedad. Al frente del mismo desde 1992, la familia sueca Kamprad (propietaria también de Ikea) lo vendió en 2009 al fondo británico Hilco. Dividió la empresa en dos y vendió la parte francesa en 2011 al grupo Cafom, importante actor del sector del mobiliario doméstico a través de una red de tiendas en el extranjero, por 4,3 millones de euros.
Pero las pérdidas se están acumulando. Y Hervé Giaoui, presidente de Cafom, acabó tirando la toalla, tras cerrar algunas tiendas y eliminar al 20% de la plantilla. En 2020 vendió Habitat, que todavía factura 100 millones de euros, después de haberla rescatado por valor de 15 millones de euros.
El empresario-inversor Thierry Le Guénic, acostumbrado a hacerse cargo de tiendas o marcas en dificultades (San Marina, Chevignon, Cosmoparis, etc.), tomó posesión de la cadena por 1 euro simbólico en octubre de 2020, antes de adquirir ese mismo año la La marca de ropa Burton de Londres, también entró en suspensión de pagos a mediados de junio.
“No queda nada que recuperar”
Los sucesivos propietarios no han reinvertido para desarrollar la marca ni han reposicionado su oferta, dirigida a la gama media y atrapada entre Ikea, otros actores como Maison du monde y la competencia frontal de Internet. Comercios, de 1.500 a 2.000 m2en el corazón del centro de las ciudades, sufrirán alquileres excesivamente altos y costes de personal importantes. “Dos posiciones que juntas absorben entre el 40% y el 50% de la facturación de las tiendas”según un buen conocimiento de la empresa.
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