Para Emmanuel Macron, esto es de sentido común: Francia será “más fuerte por la reactivación de su tasa de natalidad”. Combinando demografía y poder, el Jefe de Estado pretende revertir una disminución continua de los nacimientos en Francia, que en 2023 cayó al nivel más bajo desde 1945, con una batería de medidas destinadas a alimentar una “rearme demográfico” Y presentado el martes 16 de enero durante su conferencia de prensa. La contribución de una tasa de natalidad dinámica a lo que está en el centro de su software ideológico –el crecimiento– es obvia para él. Un análisis ampliamente compartido entre los líderes políticos y la opinión pública, para quienes la caída de la fecundidad es sin duda uno de los síntomas más llamativos del descenso.
«La opinión pública apoya bastante la idea de que la demografía en Francia se está debilitando, aunque hay desacuerdos sobre las causas y las soluciones», confirma Bruno Cauvrai, investigador del CNRS y del Centro de Investigaciones Políticas de Sciences Po, quien recuerda que “La excepción demográfica francesa, con su dinámica tasa de natalidad, era motivo de orgullo”. Demografía «No es un motivo de preocupación en sí mismo, pero es una faceta de este sentimiento de pesimismo francés, con dificultad para proyectarse hacia un futuro positivo, con la idea de que antes vivíamos mejor y que para la próxima generación, será más difícil.»
Entre los dirigentes políticos, el Jefe de Estado no es el único que considera que la tasa de natalidad es un elemento esencial para generar crecimiento económico. La derecha y la izquierda han compartido históricamente un discurso pronatalista, tanto por razones sociales –la familia es percibida como un factor de estabilidad política– como económicas, vinculando implícitamente el vigor de la economía, la creación de riqueza o la innovación a la juventud del país. . Un consenso debilitado por el auge del individualismo a partir de los años 1960 y luego por el cuestionamiento de la universalidad de la política familiar por parte de la izquierda, durante la presidencia de François Hollande.
“Menor crecimiento potencial”
“Menos nacimientos significa menos trabajo y menos consumo, significa debilitamiento económico, decadencia, opina Bruno Retailleau, líder de los republicanos en el Senado. Un país cuyo equilibrio natural está disminuyendo es un país cuyo crecimiento potencial –que está correlacionado con la oferta laboral– es menor. » El niño está en sus ojos. “una creencia en el futuro”y permanece “la mejor solución para prolongarnos los que somos mortales”. Un análisis que encontramos en la mayoría, dice por ejemplo el diputado del Renacimiento por Val-de-Marne Mathieu Lefèvre » muy preocupado » de “la lenta erosión de la demografía en toda Europa”.
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