¿Una nueva epidemia de gran escala amenaza a Brasil? Apenas recuperado de la masacre del Covid-19 (que se cobró aquí 709.000 víctimas), el gigante latinoamericano se enfrenta hoy a la propagación acelerada de otro virus devastador, esta vez muy conocido: el dengue. La explosión de las últimas semanas en el número de contagios es tal que los expertos ya hablan de crisis «histórico» incluso » sin precedente «.
Desde principios de año, el Ministerio de Salud ha contabilizado más de 408.000 casos de esta enfermedad viral, transmitida por mosquitos. Aedes aegyptique causa dolor y fiebre intensa, o un 337% más que en el mismo período de 2023. Al parecer, ya han muerto sesenta y dos personas como resultado de una infección relacionada con el virus, pero otras 279 muertes. Estos «sospechosos» también están siendo autenticado.
Más de la mitad de las ciudades están afectadas y cuatro estados han declarado el estado de emergencia sanitaria. La situación es particularmente grave en Minas Gerais (sureste), Acre (Amazonía), Paraná (sur) y, especialmente, en el distrito federal de Brasilia. La capital tiene una tasa de incidencia de 1.700 casos de dengue por 100.000 habitantes, muy por encima del umbral de alerta, establecido en 300 casos por 100.000 habitantes.
“Calor y humedad”
Por muy preocupante que sea, la epidemia está apenas en su infancia. Según el Ministerio de Salud, Brasil podría afrontar una ola de entre 4,2 y 5 millones de casos de dengue en 2024: algo inaudito en un país acostumbrado desde hace tiempo a las enfermedades tropicales. En comparación, lo peor en este sentido se remonta a 2015. Entonces 1,6 millones de brasileños se infectaron con dengue, tres veces menos que las previsiones establecidas para 2024.
Desde hace varios días, un ligero viento de pánico sopla en Brasil. Las ventas de spray repelente de mosquitos se han disparado un 400% según cifras del grupo Nutriex, especializado en este tipo de productos. En Brasilia, los hospitales luchan por hacer frente a la afluencia de decenas de miles de pacientes con fiebre. Para aliviar el sector, la Fuerza Aérea inauguró el 5 de febrero un hospital de campaña en Ceilandia, una de las “ciudades satélite” de la capital. En sólo tres días acogió a más de 3.500 pacientes.
“En el origen de esta epidemia encontramos una combinación de factores”detalles edilson Luis Durigon, virólogo del Instituto Pasteur de Sao Paulo. El primero de ellos es climático: “El fenómeno de El Niño provocó sequía y altas temperaturas en 2023, seguidas de fuertes lluvias. Calor y humedad: este es el cóctel ideal para la proliferación de mosquitos”insiste el investigador.
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