El proyecto de mina de litio en Allier plantea muchas dudas sobre las opciones del Estado

Si ve la luz, este proyecto será uno de los mayores proyectos mineros en Francia continental desde hace más de cincuenta años. La Comisión Nacional para el Debate Público (CNDP) presentó, el lunes 30 de septiembre, el resumen de sus trabajos relativos al proyecto de mina de litio en Allier, realizado por el grupo Imerys. Llamado Emili (por “explotación de la mica litinífera”) y con una inversión de mil millones de euros para el industrial francés, este programa fue objeto de un debate público durante cinco meses que finalizó a finales de julio, marcado por una fuerte participación ciudadana. más de 3.000 participantes en doce reuniones públicas – pero también por las tensiones por parte de sus oponentes.

Lea también el informe | Artículo reservado para nuestros suscriptores. Un colosal proyecto de mina de litio en Auvernia divide a la población, que teme un impacto en el suelo y el acceso al agua

En detalle, Emili se divide en tres entidades: el sitio de extracción y transformación de litio de Echassières, en una mina subterránea donde Imerys ya extrae caolín desde 2005; el lugar de almacenamiento, en la localidad de Saint-Bonnet-de-Rochefort, a unos quince kilómetros de distancia; y la planta de conversión para refino, en Montluçon, a 49 kilómetros. El transporte de mineral de un sitio a otro se haría bajo tierra o por tren.

Imerys promete, en última instancia, entre 500 y 600 puestos de trabajo directos, y mil indirectos, en un departamento que sufre demográfica y económicamente. El equipo planea producir 34.000 toneladas de hidróxido de litio por año a partir de 2028, lo que permitiría el uso de 700.000 baterías de vehículos eléctricos. La mina Bourbonnais sería entonces un eslabón importante en la política francesa encaminada a construir un sector nacional de minerales y metales estratégicos, con el fin de ser menos dependiente de las importaciones, particularmente de China.

Diferencias de opinión

El debate público planteó preocupaciones locales relacionadas con los riesgos ambientales (gestión de residuos, uso del agua, riesgo de contaminación del subsuelo, impacto sobre la biodiversidad) y riesgos socioeconómicos (impactos reales en términos de empleo, planificación territorial, reparto de los ingresos mineros para los municipios seleccionados). ).

Pero más allá del caso de Emili, los debates pusieron de relieve sobre todo las diferencias de opinión entre la población respecto a la transición ecológica y energética en su conjunto. “Para una parte del público, la urgencia de una transición justifica cambiar nuestro consumo hacia una movilidad más sostenible, y la producción de litio francés se percibe entonces como una oportunidad industrial para descarbonizar el transporte”escribe el CNDP en su informe.

Te queda el 49,2% de este artículo por leer. El resto está reservado para suscriptores.