Emmanuel Macron llegó a Marruecos el lunes, donde fue recibido con gran fanfarria por el rey Mohammed VI, para una visita de Estado destinada a reconstruir unos vínculos históricos profundamente debilitados por tres años de distanciamiento.
Acompañado de su esposa, Brigitte Macron, y de una numerosa delegación de ministros, responsables de empresas intelectuales y personalidades del mundo del espectáculo, el presidente francés fue recibido al bajar del avión en el aeropuerto de Rabat-Salé, a la una. Largo apretón de manos del monarca, vestido con traje oscuro y apoyado en un bastón. También estuvieron presentes el príncipe heredero Moulay Hassan y el príncipe Moulay Rachid, hermano del rey.
A continuación, los dos jefes de Estado viajarían a bordo de un coche de ceremonias hasta el palacio real, recorriendo las calles de Rabat, la capital, engalanada con los colores de Francia y rodeada de una gran multitud.
Después de una solemne ceremonia de bienvenida en la Place du Mechouar, tendrán un tête-à-tête seguido de la firma de acuerdos en los ámbitos de la energía, el agua, la educación y la seguridad interior. “Reaccionaremos para reconstruir (nuestra relación) pero también proyectarnos hacia las décadas venideras” proporcionando el “barra muy alta”prometió el jefe de la diplomacia francesa, Jean-Noël Barrot, en una entrevista concedida a La Tribuna del domingo.
“Visita histórica”escribe el editorialista del periódico marroquí asabaKhalid El Hourri. “Se discutirán temas difíciles, en particular la cuestión de la inmigración, que se ha convertido en una obsesión en Francia. (…), pero esta difícil discusión es superable”añade Mokhtar Laghzioui en el diario Al Ahdath Al Maghribia.
En el viaje están nada menos que nueve ministros, entre ellos los de Interior, Bruno Retailleau, de Economía, Antoine Armand, de Educación Nacional, Anne Genetet, y de Cultura, Rachida Dati, de origen marroquí. Estarán presentes los líderes de los grupos franceses Engie, Alstom, Safran, TotalEnergies, CMA CGM, Suez, Veolia y Thales Alenia Space. El mundo cultural franco-marroquí también estará en el centro de atención, desde los escritores Tahar Ben Jelloun y Leïla Slimani hasta el comediante Djamel Debbouze y el actor Gérard Darmon.
“Causa Sagrada” del Sáhara Occidental
Los dos jefes de Estado pretenden poner fin a una serie de disputas, desde las sospechas de escuchas telefónicas por parte de Emmanuel Macron hasta la reducción a la mitad del número de visados concedidos a los marroquíes en 2021-2022. París también busca presionar a Rabat para que autorice la repatriación de sus ciudadanos ilegales expulsados de Francia. La prioridad dada por el presidente francés a Argelia tras su reelección en 2022 también ha provocado escalofríos, mientras las dos potencias del Magreb alimentan una profunda rivalidad. La antigua colonia española del Sáhara Occidental, considerada una “territorio no autónomo” por la ONU, se opone desde hace medio siglo a los separatistas del Frente Polisario, apoyados por Argel, en Marruecos. Después de que Washington reconociera la soberanía de Marruecos sobre este territorio, Rabat aumentó la presión sobre Francia para que hiciera lo mismo.
Estas múltiples conmociones han provocado constantemente el aplazamiento de la visita de Estado de Emmanuel Macron, prevista para principios de 2020, tras un primer viaje en 2017 y otro en 2018. El presidente francés finalmente se decidió en julio a favor de un acercamiento con Marruecos, donde Francia tiene importantes ventajas económicas. intereses, pidiendo una solución del conflicto saharaui “en el marco de la soberanía marroquí”.
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“La causa del Sahara es una causa sagrada en Marruecos (…). Francia se retrasó por culpa de Argelia, por supuesto”.subrayó el lunes Tahar Ben Jelloun sobre el France Inter. Emmanuel Macron tiene “casi lo pierdo todo”dijo. “No puede ser amigo de ambos, es muy difícil, los otros jefes de Estado franceses han estado allí. »
Contratos a la vista
Rabat espera que este reajuste de la posición francesa se traduzca en fuertes inversiones en este país con enormes recursos pesqueros, solares, eólicos y de fosfatos. La visita también podría dar lugar a una avalancha de contratos, incluso si ambas partes mantienen un perfil bajo en las negociaciones. De este modo, Airbus Helicopters podría vender entre 12 y 18 Caracals a las fuerzas armadas marroquíes, según fuentes constantes. Francia también espera seguir siendo el proveedor preferido de Marruecos para la ampliación de la línea de alta velocidad entre Tánger y Agadir, después de la inauguración a bombo y platillo del primer tramo en 2018.
En materia de inmigración, el nuevo Gobierno francés quiere obligar a Marruecos a acoger a sus nacionales detenidos en situación irregular, pero, tras la crisis de los visados, París promete avanzar en un espíritu de diálogo. “En los países de origen de la inmigración a Francia, Marruecos ocupa el primer lugar”subrayó el ex prefecto y figura del partido Les Républicains Patrick Stefanini en BFM-TV, esperando que esta visita no resulte en “por un fuerte deterioro de nuestras relaciones con Argelia”.