El ciclo de subidas de tipos ha terminado, es hora de bajar. Esto es lo que se desprende de la última reunión del comité de política monetaria del banco central estadounidense. La Reserva Federal, la Fed, presidida por Jerome Powell, salió el miércoles 13 de diciembre por tercera reunión consecutiva con sus tipos clave modificados.
Se sitúan por encima del 5,25% desde finales de julio, frente a casi cero en marzo de 2022. Sobre todo, los miembros del comité, que revelaron sus previsiones para 2024, cuentan ahora con tres reducciones de un cuarto de punto en 2024. Los tipos a corto plazo alcanzarían así el 4,6%, medio punto menos que en las últimas proyecciones realizadas en septiembre. El fenómeno de la caída se aceleraría en 2025 con cuatro descensos adicionales, hasta el 3,6%, antes de que la tasa cayera hasta el 2,9% a finales de 2026.
Estos anuncios fueron recibidos con fuegos artificiales en Wall Street. Los tipos de interés a diez años cayeron repentinamente, alcanzando la marca del 4% durante algunos momentos de la sesión. Un cambio total con el mes de octubre, cuando los tipos a largo plazo subieron por encima del 5% y alcanzaron su nivel más alto desde 2007. Tipos más bajos significan acciones más atractivas y menores costes de financiación para las empresas.
La bolsa ya no se deja llevar por las acciones de los “siete magníficos”
Como resultado, los tres índices de Wall Street subieron alrededor del 1,4%. El índice Dow Jones, poco observado debido a su baja representatividad, superó su récord histórico al superar los 37.000 puntos, mientras que el S&P 500, que representa a las grandes empresas estadounidenses, y el Nasdaq, rico en tecnología, batieron su récord del año. Desde 1oh En enero, su respectivo repunte es del 22% y 40% y los dos índices están a sólo el 3% y el 9% de sus récords históricos.
La novedad es que la Bolsa ya no está impulsada por los valores que los operadores han apodado los siete magníficos (Apple, Microsoft, Amazon, Meta, Alphabet, Telsa, Nvidia) impulsados por las esperanzas en la inteligencia artificial, sino por el conjunto de valores. Las pequeñas empresas y las financiadas con deuda –como las de infraestructuras o las energías renovables– están experimentando un repunte espectacular tras un comienzo de año desastroso.
La explicación de este optimismo es la reducción de la inflación y la calma en el mercado laboral. Por el lado de la inflación, los aumentos de precios cayeron en noviembre hasta el 3,1% interanual y el 4% si excluimos la energía y los alimentos. Esta cifra sigue siendo demasiado alta, sobre todo porque la caída de los precios se vio arrastrada por la caída de los precios del petróleo. Pero los actores económicos anticipan una caída de la inflación, lo que es excelente para evitar una espiral de inflación salarial.
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