lel proyecto de ley “relativo a la organización de la gobernanza de la seguridad nuclear y la protección radiológica para afrontar el desafío de relanzar el sector nuclear”que será discutido en el Senado a principios de febrero, con el objetivo principal de fusionar el Instituto de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear (IRSN) con la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN).
Este proyecto reorganiza la gobernanza de la seguridad nuclear con el principal objetivo de simplificar y acelerar los procedimientos de autorización. Sin embargo, es probable que tenga un impacto significativo en el nivel de seguridad y, por lo tanto, debe examinarse como tal. La organización es un factor esencial de seguridad en el sector nuclear.
La información internacional, con estudios del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), muestra que una proporción considerable de incidentes graves se deben a causas organizativas, tanto en el seno de las empresas y organismos afectados como en las relaciones institucionales establecidas entre ellos.
Esto no es exclusivo de la energía nuclear: los estudios en profundidad realizados por los principales investigadores sobre los accidentes en el sector espacial (desastres del transbordador Challenger en 1986 y del Columbia en 2003), en la aeronáutica (desastre aéreo en Tenerife en 1977), en el químico (accidente de Bhopal , en India, en 1984) y el petróleo (la plataforma Deep Water Horizon de BP, en 2010) muestran el papel clave que desempeñan factores organizativos como la circulación y la transparencia de la información, la censura o autocensura de los actores, las posibilidades de debates contradictorios, la clarificación de funciones, movilización de capacidades adecuadas, procedimientos de fiabilidad, presión sobre los plazos, etc.
Diversidad de puntos de vista expresados.
Por este motivo, en el sector nuclear normalmente se requieren análisis de impacto profundos y precisos en caso de que se produzca un cambio organizativo significativo en una de las entidades afectadas.
Sin embargo, todo parece indicar que la fusión del IRSN – experto responsable de los estudios e investigaciones técnicas – con la ASN – autoridad administrativa encargada de los controles y de las decisiones de parada o autorización de puesta en marcha – supondría una importante modificación organizativa que podría tener un impacto en el nivel de seguridad.
De hecho, en esta decisión deben tenerse en cuenta dos elementos. En primer lugar, uno de los factores clave de seguridad organizacional identificado exclusivamente en la investigación citada anteriormente es la diversidad de puntos de vista expresados y tenidos en cuenta en la decisión final.
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