La “tasa Tobin”, una palanca importante pero ignorada

La “tasa Tobin”, una palanca importante pero ignorada

En este período de fuerte división política sobre el futuro presupuestario de Francia, el impuesto a las transacciones financieras (TTF) es una de las raras palancas que podrían lograr un consenso en un partido importante del hemiciclo. Al menos 21 enmiendas al presupuesto de 2025, procedentes tanto de la izquierda como de los republicanos y de la Agrupación Nacional, proponen reforzar considerablemente este impuesto, para aportar entre 1.250 y 10.800 millones de euros adicionales cada año a las arcas del Estado, según los cálculos de parlamentarios.

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¿Qué es el ITF?

Teorizado a principios de los años 1970 por el premio Nobel estadounidense James Tobin, el ITF consiste en recaudar un impuesto bajo por cada transacción realizada en los mercados financieros. Inicialmente centrada en las transacciones monetarias, para limitar las fluctuaciones de los tipos de cambio, la idea de la “tasa Tobin” se extendió luego a otros tipos de intercambios financieros. El objetivo es penalizar tanto los intercambios rápidos como los más especulativos. Según el economista estadounidense, demasiados intercambios de este tipo desestabilizan el mercado y un impuesto, incluso bajo, permite reducir su volumen.

Durante décadas, el ITF se mantuvo esencialmente en el estado de ilusión, defendido en particular desde 1998 por la Asociación para la Fiscalidad de las Transacciones Financieras y para la Acción Ciudadana. Pero la idea fue ganando popularidad gradualmente, especialmente después de la crisis financiera de 2007-2008. Al argumento de la regulación de los mercados financieros se suma ahora una importante oportunidad presupuestaria para los Estados muy endeudados. Varios economistas, como Gunther Capelle-Blancard, autor de Fiscalidad de las transacciones financieras (La Découverte, 2024), lo ven como una palanca fiscal indolora para los particulares, que podría aportar miles de millones a las finanzas públicas.

¿Cómo funciona el impuesto vigente en Francia?

Francia es uno de los pocos países haber adquirido un ITF en 2012, bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy. Tan pronto como compran o venden acciones de grandes empresas francesas cotizadas, los inversores (franceses o extranjeros) deben pagar un impuesto en función del importe de esta adquisición.

Inicialmente fijado en el 0,1%, el tipo se incrementó dos veces bajo la presidencia de François Hollande (2012-2017): primero al 0,2%, incluso antes de que el impuesto entrara en vigor, luego al 0,3%, unos meses antes de su salida. del Elíseo.

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