Después de un aumento sin precedentes de los precios en 2022, y más de dos décadas después de la liberalización energética, Europa se está preparando para reformar su mercado eléctrico. El 17 de octubre, los ministros de energía de los veintisiete estados miembros de la Unión Europea (UE) ya habían alcanzado una posición común.
Ahora los miembros del Parlamento Europeo han dado su aprobación, en la noche del miércoles 13 al jueves 14 de diciembre, al final de las conversaciones finales. El acuerdo se alcanzó hacia las cuatro de la madrugada, según fuentes cercanas a Agnès Pannier-Runacher, ministra de Transición Energética. Este último saludó «noticias excelentes»creyendo que «el acuerdo (oferta) la posibilidad de precios estables representativos de los costos (de produccion) ».
Satisfecho también por la ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, cuyo país ostenta la presidencia de turno de la UE. Según el socialista, la próxima reforma también permitirá “ofrecer electricidad más asequible” y “Fortalecimiento de la competitividad industrial”. Sin embargo, es difícil prever en este momento el impacto del texto, que aún requiere aprobación formal, en las facturas de las empresas y los hogares.
Principio de neutralidad tecnológica
El futuro reglamento introducirá sobre todo una lógica a largo plazo. Hasta ahora, en el mercado mayorista, donde se reúnen productores y proveedores, la duración de los contratos es generalmente de tres años como máximo. Sin embargo, cuanto más corta es la duración, más fuerte se siente la tolerancia de los precios. “Tal como están las cosas hoy, el mercado mayorista es de muy corto plazo. No fomenta la inversión”subraya Benoît Calatayud, referente energético de la consultora Capgemini Invent y colaborador de la Fundación Jean-Jaurès.
Para fomentar duraciones más largas, por ejemplo de unos diez años, el acuerdo prevé el desarrollo de dos tipos de contrato. En particular, pretende fomentar el establecimiento de “contratos por diferencia”. Los CFD (según el acrónimo en inglés) deberían proteger a los productores y evitar el sobrecalentamiento de las facturas. En caso de beneficios excedentes respecto de un precio determinado, el Estado se compromete a devolver el excedente a los consumidores. Por el contrario, si los ingresos son inferiores a los estimados, son las autoridades públicas las que apoyan a los productores para compensar el déficit.
Las energías renovables (solar y eólica, por ejemplo), pero también la nuclear podrán optar a estos CFD. Los gobiernos favorables al átomo, entre ellos Francia, finalmente lograron que se aceptara el principio de neutralidad tecnológica. Sin ofender a Alemania, cuyos últimos tres reactores nucleares cerraron en abril. Para su aplicación, sin embargo, estos contratos tendrán que esperar tres años antes de la futura entrada en vigor del reglamento. Este plazo tiene como objetivo “preservar la seguridad jurídica de los proyectos en curso”especifica el Consejo de la UE.
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