Los rumores circulan desde la publicación, el jueves 14 de noviembre, de un informe de la agencia Bloomberg: Saint-Gobain busca vender su negocio de acristalamiento para automóviles (Sekurit, las redes de reparación Glassdrive y France Pare-Brise), presente también en los aviones. y trenes, cuyo valor estima la agencia en 2,5 mil millones de euros. Si el gigante de los materiales de construcción “no comentes”no niega una operación coherente con la estrategia de su presidente y director general, Benoit Bazin, de volver a centrarse en la construcción sostenible.
Iniciada en Francia en 1920, esta actividad puede interesar a las empresas de capital privado, como las que ya han firmado acuerdos en el sector del acristalamiento para automóviles (Apollo Global Management Inc., Bain Capital, Lone Star Funds y Platinum Equity), según indican anónimos. Fuentes de Bloomberg. Las conversaciones se encuentran en una fase preliminar y Saint-Gobain podría abandonar la operación. Sobre todo porque la industria del automóvil atraviesa un momento difícil. Los fabricantes y proveedores de equipos están bajo presión debido a las débiles ventas y la aparición de competidores chinos como BYD, que podrían afectar la valoración de Sekurit.
Sin embargo, el mercado (parabrisas, lunetas traseras, techos de cristal llamados “marquesinas”, etc.) se encuentra en pleno auge. De 24.000 millones de dólares (22.800 millones de euros) en 2022, se podría pasar a 35.000 millones en 2030, impulsado por los fabricantes asiáticos, calculó la empresa Vantage Market Research. Saint-Gobain, número uno en Europa durante mucho tiempo, posee una cuota notable a nivel mundial, con clientes como Renault, Stellantis, Volkswagen, Tesla, Ford, Mercedes, Porsche, Hyundai y Honda. Incluyendo productos innovadores como los parabrisas o el techo de vidrio opacificante, que protege a los pasajeros de las variaciones de temperatura, fabricado con casi un 50% de vidrio conectado reciclado y desarrollado en colaboración con la firma diamante.
“Mucha ansiedad”
En caso de adquisición, ¿habría que esperar un plan social, mientras en Francia se multiplican en el sector industrial? Sekurit todavía emplea a unos 800 empleados en Francia (Oise, Norte, región parisina, etc.), pero la dirección concentra desde hace años su producción en sus grandes fábricas de Polonia y Marruecos.
“Las actividades históricas están amenazadas de venta y están en el centro de las consideraciones de la dirección, que busca especializarse en profesiones de vivienda sostenible”preocupa a Daniel Armiel, coordinador de la CGT dentro del grupo, al recordar que “Se han vendido actividades completas y se han cerrado instalaciones en Francia, pero también en España, Portugal y Alemania”. La CGT, que exige “vigilancia sindical constante”es hostil a “Esta estrategia puramente financiera genera mucha ansiedad entre los empleados y trastorna los estándares sociales”.
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