Se debate el peligro de las nanotecnologías para la salud

Los nanomateriales, situados en la escala microscópica de la milmillonésima parte de un metro, deben manipularse y dosificarse con precaución, porque presentan riesgos para la salud de los seres vivos, incluida la humana. Sobre todo porque estas nanopartículas son insolubles o biopersistentes. En una época en la que la sociedad busca nanopartículas y disruptores endocrinos, no sería prudente que los nanomateriales se convirtieran en un peligro. En cosmética, alimentos o incluso aire o agua, “nanos” puede tener efectos indeseables.

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“Los riesgos asociados con la exposición a nanomateriales son variados. En general, se trata de efectos de tipo inflamatorio, en modelos celulares o animales. Entre los trabajadores, la principal preocupación es la vía de inhalación, especialmente para aquellos que fabrican nanomateriales”explica Emmanuel Flahaut, doctor en ciencias de los materiales y director de investigación del CNRS.

Hace diez años, en el libro Nanotóxicos (Actes Sud, 2014), el autor Roger Lenglet afirmó que los nanos eran tan peligrosos como el amianto, que causa cáncer de pulmón y mesotelioma. Para evitar que las nanopartículas utilizadas como filtros ultravioleta, colorantes o incluso conservantes se estropeen, varias normativas europeas vinculantes existentes, como el Reach (autorización de productos químicos antes de su comercialización), el CLP (etiquetado de sustancias) o el reglamento “relativo a productos cosméticos” (notificación previa a la comercialización y sustancias prohibidas).

Sin armonización internacional

Pero, ¿se respetan realmente estas salvaguardias? Además, todavía no existe una armonización internacional. “En Francia se realizan controles. Si siguen siendo insuficientes, se debe principalmente a la falta de medios para aplicarlas. Que yo sepa, esto se refiere esencialmente a la obligación de etiquetado; mencione «(nano)» para los ingredientes en cuestión – en los sectores de alimentos, biocidas y cosméticos”explica Emmanuel Flahaut.

Es la Dirección General de Consumo, Competencia y Control del Fraude (DGCCRF), en Bercy, la que controla los productos que contienen nanomateriales. Por ejemplo, ella examina los protectores solares todos los años. Sólo cinco protectores solares están autorizados en forma de nanomateriales, como el dióxido de titanio o el óxido de zinc.

«Nueve productos (principalmente maquillaje: iluminador, sombra de ojos, brillo, etc.) que contienen nanomateriales no autorizados por el reglamento sobre “cosméticos”, en particular óxido de hierro y dióxido de titanio, fueron retirados voluntariamente del mercado por los profesionales afectados »asegura la DGCCRF, tras el control de setenta profesionales y el análisis de treinta. En la mayoría de los casos, esto implica el incumplimiento de los límites de tamaño de partículas o la ausencia de un etiquetado «nano» obligatorio. “El registro R-Nano (creado en Francia en 2013 para enumerar las sustancias nanoparticuladas que deben declararse) no contiene ninguna información relacionada con peligros o exposición”lamenta Emmanuel Flahaut.