Francia lucha por desarrollar organizaciones de aprendizaje

El 43% de los empleados franceses en empresas de al menos diez personas trabajan en una organización del trabajo denominada de “aprendizaje”, que permite el desarrollo continuo de las capacidades de aprendizaje, la autonomía y la participación de los trabajadores en las decisiones. Es menos que en Alemania, un poco más que en Italia y mucho menos que en Suecia. Y en Francia la tendencia es a la baja desde hace unos diez años.

En su contribución al proyecto de mediación científica “¿Qué sabemos del trabajo? » de Laboratorio interdisciplinario de evaluación de políticas públicas (Liepp), retransmitido en colaboración con Presses de Sciences Po en el canal Empleo del sitio Lemonde.frLa economista laboral del departamento de trabajo, empleo y competencias de France Stratégie, Salima Benhamou, analiza el retraso francés en la difusión de las organizaciones de aprendizaje en las empresas y sus consecuencias sobre la calidad del empleo.

La economista compara cuatro tipos de organización del trabajo existentes en las empresas que califica de “aprendizaje”, “tayloriana”, “ producción Lean » (un modelo enfocado a mejorar la calidad y maximizar los costos de producción), y “simple”.

Después de describirlos especificando, por ejemplo, la mayor autonomía de los empleados en las organizaciones que aprenden, Salima Benhamou señala que “la organización del trabajo basada en el aprendizaje parece ser la más favorable para los empleados en una gran mayoría de indicadores relacionados con la calidad del trabajo y el empleo”.

Dos obstáculos importantes

En cuanto a la estabilidad laboral: en una organización que aprende, una persona tiene más probabilidades de obtener un contrato permanente.

En cuanto al reconocimiento: los empleados dicen con mayor frecuencia que se les reconoce adecuadamente por su trabajo; participan más en la toma de decisiones; Un mayor número de ellos se siente tratado de manera justa: el 84%, en comparación con el 69% y el 64% de los empleados en organizaciones “lean” y “Taylor”, respectivamente.

Por último, son los menos propensos a declarar que su salud está amenazada por sus condiciones de trabajo: el 29%, frente al 47% en producción Lean «.

Entonces, ¿por qué retrasar el desarrollo de este modelo organizativo? Su distribución en Francia está, ciertamente, por delante de algunos países del sur de Europa, como Grecia, España o Portugal, pero muy por detrás en comparación con el norte de Europa. Para Salima Benhamou, los dos grandes obstáculos son el sistema educativo y la gestión vertical.

Te queda 0% de este artículo por leer. El resto está reservado para suscriptores.