Bruselas “viola gravemente las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC)”según Pekín. Para presionar a la Unión Europea (UE), que adoptó en julio una política de recargos temporales para la importación de vehículos eléctricos chinos, China anunció el viernes 9 de agosto que había remitido el asunto a la OMC.
Bruselas había anunciado derechos de aduana adicionales de hasta un 38% sobre estas importaciones a sus Estados miembros, mientras que Pekín es acusado de haber favorecido ilegalmente a sus fabricantes. Los vehículos fabricados en fábricas chinas pagaban hasta ahora un impuesto del 10% en la UE.
“China se ha apoderado del mecanismo de solución de disputas de la Organización Mundial del Comercio”dijo el viernes el Ministerio de Comercio chino, pidiendo a la UE “corregir inmediatamente sus malas prácticas”.
Una ventana de diálogo hasta noviembre
Los recargos previstos por Pekín son actualmente provisionales. Bruselas tiene cuatro meses a partir de julio para hacer definitivos estos recargos, lo que abre una ventana de diálogo con China hasta noviembre. Pero la UE dice que ya cumple las normas de la Organización Mundial del Comercio, con impuestos destinados a frenar las importaciones de vehículos eléctricos chinos sin bloquearlos completamente, contrariamente a la política seguida por Estados Unidos.
A nivel mundial, China superó a Japón como el mayor exportador de automóviles el año pasado. El país invirtió muy temprano en las baterías, el corazón tecnológico de los vehículos eléctricos, que ha convertido en su especialidad.
Como resultado, en Europa las marcas chinas están creciendo rápidamente gracias a sus precios competitivos. Pasaron de menos del 2% del mercado de coches eléctricos a finales de 2021 a casi el 8% a finales de 2023, según el instituto Jato, aprovechando la prohibición de venta de motores de gasolina y diésel decidida por la Unión Europea a finales de 2023. horizonte 2035 para luchar contra el calentamiento global.