La Comisión Europea aprobó, el viernes 23 de agosto, la comercialización de una vacuna de ARN mensajero, mResvia, destinada a proteger a las personas mayores de 60 años contra el virus respiratorio sincitial (VRS), principal causa de bronquiolitis. Este es el primer producto que adopta esta tecnología, fuera de las vacunas Covid autorizadas, que obtiene aprobación en el continente.
Hace cuatro años, la pandemia de Covid-19 abrió el camino al uso de ARN mensajero, basándose las dos principales vacunas desarrolladas para combatir el virus, Comirnaty de la alemana BioNTech y el grupo farmacéutico Pfizer, y Spikevax de la estadounidense Moderna. sobre esta tecnología. La llegada de una nueva vacuna de ARN mensajero, esta vez contra el VRS, confirma el interés de esta tecnología. También permite a Moderna, el creador de este producto, fortalecer su estatus como especialista en este campo.
El acuerdo de Europa se basa en datos de un ensayo clínico de mResvia realizado en aproximadamente 37.000 adultos mayores de 60 años en veintidós países. Esto reveló, entre otras cosas, una eficacia de la vacuna del 83,7% durante una duración media de 3,7 meses contra las enfermedades del tracto respiratorio inferior debidas al VSR.
Un nuevo mercado para Moderna
Sobre todo, esta vacuna ofrece a Moderna la oportunidad de ampliar su actividad comercial. Hasta ahora, el laboratorio sólo podía contar con los ingresos de su exitosa vacuna contra el Covid, el único otro producto de su cartera que cuenta con autorización de comercialización. Pero desde el final de la pandemia, las ventas que alguna vez estuvieron en auge se han derrumbado debido a la caída de la demanda mundial. A principios de agosto, la biotecnológica rebajó sus previsiones financieras para el año 2024 en 4.000 millones de dólares (3.570 millones de euros), hasta una horquilla de entre 3.000 y 3.500 millones de dólares, citando unas perspectivas de ventas vinculadas al Covid más débiles de lo esperado.
¿La llegada de mResvia ayudará a dar nueva vida al laboratorio? Nada es menos seguro, porque los estadounidenses deben hacer frente a una fuerte competencia en el mercado de las vacunas contra la bronquiolitis. De hecho, muchos laboratorios han trabajado en los últimos años para desarrollar productos destinados a combatir el RSV, un virus común durante la temporada invernal que puede provocar graves complicaciones en los niños pequeños y en las personas mayores, cuyo sistema inmunológico es más frágil.
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