METROpero ¿por qué un traje beige? Incluso más que en Europa, las elecciones de vestimenta de las mujeres políticas en Estados Unidos siempre son ampliamente comentadas; Kamala Harris no pudo escapar a la regla en la noche inaugural de la convención demócrata en Chicago, el lunes 19 de agosto. Y, dado que optó por la solución del traje pantalón, es el color lo que estamos debatiendo. Intrigada, la columnista de moda de Los New York Times, Vanessa Friedman, desistió de explicar la elección del beige ese día. Por otra parte, ella tiene entiende perfectamente el mensaje del traje azul medianoche de Chloé elegido por la candidata para su discurso de clausura, jueves 22 de agosto: “Kamala Harris está vestida para una nueva era. »
Se necesita un subtexto para comprender cómo el traje azul medianoche más clásico puede encarnar una nueva era. En Estados Unidos, a las mujeres que llegan a la cima de la política les gusta celebrar este logro vistiendo de blanco, el color de las sufragistas. En 2016, la candidata Hillary Clinton eligió un traje blanco para pronunciar su propio discurso en la convención demócrata. Esta semana, en Chicago, todavía vestía de blanco, como varios otros oradores y muchos delegados.
¿Por qué Kamala Harris rompió con la tradición? Porque, precisamente, ella ha superado esta etapa. Ni una sola vez en su discurso del jueves mencionó que, si fuera elegida el 5 de noviembre, sería la primera mujer presidenta de Estados Unidos. Nadie lo ignora, pero ya no es un argumento de campaña. Kamala Harris está redefiniendo el feminismo y la condición de mujer en la política.
Fin de un largo viaje
Es la culminación de un largo camino, desde la candidatura de la demócrata Geraldine Ferraro a la vicepresidencia, encabezada por Walter Mondale en 1984. El tándem fue derrotado luego por Ronald Reagan y su vicepresidente, George HW Bush. Tras una larga pausa, en 2008, el senador John McCain, candidato republicano a la Casa Blanca, eligió a su vez a una mujer como compañera de equipo, Sarah Palin, gobernadora de Alaska y estrella del movimiento populista Tea Party. Una elección contradictoria: gana la fórmula Barack Obama-Joe Biden.
Hillary Clinton, secretaria de Estado y ex primera dama de Obama, cruzó la etapa de las primarias demócratas y de la candidatura suprema en 2016, ganó el voto popular contra Donald Trump pero no el colegio electoral: un nuevo fracaso. Cuatro años después, la senadora de California Kamala Harris es la primera mujer elegida vicepresidenta en 2020 junto a Joe Biden.
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