El 25 de julio, la Comisión Europea inició una nueva investigación antidumping tras la denuncia presentada por WeylChem Lamotte, el único productor de ácido glioxílico de la Unión Europea (UE), con sede en Picardía. La empresa cree que los exportadores chinos venden este producto a precios inferiores a los costes de producción gracias al apoyo de su gobierno, distorsionando la competencia y amenazando la existencia misma de la industria europea.
Para Magali Smets, directora general de France Chimie, la UE debe estar a la altura de las circunstancias: “Si no se hace nada, (Ella) se verá totalmente dependiente de China, a pesar de que el ácido glioxílico es una sustancia esencial, en particular para la producción de antibióticos. Después (la pandemia de Covid-19)La UE se comprometió a seguir afirmando su soberanía en sectores estratégicos y a diversificar sus fuentes de suministro. »
Como señal de los tiempos que corren, el número de investigaciones antidumping abiertas por la Comisión Europea, en respuesta a denuncias vinculadas a la industria química, no ha dejado de aumentar desde 2020, en un contexto de fuertes tensiones comerciales entre Pekín y la Unión. Actualmente, existen 38 medidas de defensa comercial, en forma de derechos de aduana, que protegen a las empresas del sector, la mitad de las cuales afectan al Reino Medio.
“Apoyando la investigación y la innovación”
En abril, dejó su huella la decisión de aplicar derechos de aduana antidumping del 6,6% al 24,2% a los exportadores chinos de tereftalato de polietileno, un ingrediente esencial en la producción de botellas o latas de plástico. Se han iniciado investigaciones sobre las exportaciones chinas de resina epoxi, utilizada en los sectores de la construcción y la aeronáutica, o de vainillina, un componente clave de la industria alimentaria. Aunque los procedimientos antidumping son cada vez más numerosos, se aplican con cautela porque los productos químicos europeos, que exportan más de lo que importan, están expuestos a contramedidas.
Marco Mensink, director general del lobby Cefic (Consejo Europeo de la Industria Química) en Bruselas, señala que las empresas “Pidemos más medidas antidumping y más efectivas, para que la competencia sea justa. Cada vez se abren más investigaciones, pero tardan meses, incluso años, y mientras tanto el daño ya está hecho: las empresas están fermentando”. “Para seguir siendo competitivos con China y Estados Unidos, las cosas deberían ir mucho más rápido »él cree. En France Chimie, por ejemplo, defendemos una activación más rápida de los aranceles provisionales tras la apertura de investigaciones antidumping.
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