Para conocer definitivamente a estadounidenses en París, diríjase a la Place de la Bourse. En el Palais Brongniart se muestra descaradamente el poder americano, luciendo sus colores y su sigla “USA” en letras gigantescas en la fachada de este templo neoclásico. No entre quien quiera: para seguir los acontecimientos retransmitidos en el interior y quizás conocer a los deportistas, el precio es astronómico: 325 euros por persona.
«Las personas que hicieron esto son genios del marketing». ríe Amanda Klecker, una habitación neoyorquina con su pareja, su hermana y su perro, se encontraron frente a la entrada. Incluso si ella descubre eso “un poco caro”ella planea ir de todos modos. Como esta familia de cinco miembros de California. Para la época de los Juegos, alquilaron un apartamento en la plataforma Airbnb en el Marais. Un viaje de diez días que no olvidarán pronto. “Nos fascina la cantidad de terrazas”libro Johnny, uno de los hijos.
Durante los Juegos Olímpicos, los estadounidenses salieron con fuerza. Representan el 15% de los extranjeros que acuden al evento, es decir, unas 136.000 personas, según las últimas cifras de la Oficina de Turismo de París. La continuación de una fuerte tendencia desde 2022: nunca tantos estadounidenses se quedaron en la capital.
“Un tipo de cambio favorable”
En 2023 se registraron cinco millones de llegadas de turistas estadounidenses, un 9% más que en 2019. Un récord. “Para 2024, aún deberíamos superar esta cifra”predice Hugo Álvarez, jefe de previsión de Atout France, la agencia estatal responsable del turismo. Sobre todo, estos turistas nunca han gastado tanto en Francia. Las cifras hablan por sí solas: en el primer semestre de 2024, los ingresos por turismo de Estados Unidos aumentaron un 64% con respecto al nivel de 2019. Las estancias se han alargado y la “cesta promedio” de un estadounidense ha aumentado un 40% en cinco años.
“Los estadounidenses se benefician de una tasa de cambio favorable y de una economía muy dinámica. La brecha del PIB per cápita con Europa se ha ampliado. Esto explica por qué hay más y por qué gastan más”.analiza Hugo Álvarez. Esta presencia acumulada también está ligada, según él, a la masificación del teletrabajo post-Covid y a la posibilidad de compaginar trabajo y vacaciones.
Además, la ciudad de París conserva un atractivo particular entre los estadounidenses.. “El mito sigue muy presente: la gastronomía, el patrimonio, la riqueza cultural y todas esas marcas del pasado, que contrastan con la historia muy reciente de Estados Unidos”, observa Lindsey Tramuta, periodista estadounidense afincada en París. La popularidad de Francia también ha experimentado un impulso gracias al éxito de la serie. Emily en ParísEmitido en Netflix desde finales de 2020.
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