Aon 8,8 millones de entradas vendidas en Londres en 2012, luego 7,5 millones en Río de Janeiro en 2016 y más de 10 millones de visitantes en París este verano, los Juegos Olímpicos (OG) representan no solo el evento deportivo más grande del mundo, sino también Un desafío para el transporte.
Pocas personas entienden realmente lo difícil que es proporcionar la infraestructura y el transporte necesarios para una multitud tan grande. Sin embargo, con una planificación e inversiones pertinentes, no sólo es posible garantizar el buen funcionamiento del evento, sino también transformar profundamente la ciudad en los años venideros.
Para un evento de esta escala, los patrones de tráfico de la ciudad anfitriona deben repensarse por completo: es necesario poder dirigir grandes flujos de espectadores y visitantes hacia los estadios, hoteles, estaciones de tren y sitios turísticos, creando un evento masivo, unidireccional. de las demandas del tráfico de una manera muy inusual.
Transformación profunda
Si bien París ya es conocida por sus difíciles condiciones de tráfico, el riesgo de caos era real. Según el informe anual Índice de tráfico de TomTomque analiza la movilidad en casi cuatrocientas ciudades de todo el mundo cada año, la metrópoli parisina ocupó el puesto 16 en 2023Y Clasificación mundial en términos de tiempo medio de viaje por kilómetro. Durante las horas punta de un día laborable, se tarda una media de 1 hora y 06 minutos en hacer un viaje típico de 10 kilómetros en Ile-de-France.
Sin embargo, París lleva varios años en el camino de una profunda transformación. Hace una década, la movilidad todavía estaba centrada principalmente en el automóvil, donde el tráfico estaba completamente saturado. La ciudad de París y el gobierno francés consideraron los Juegos Olímpicos de 2024 como una oportunidad única para acelerar el proyecto destinado a crear una ciudad donde ya no se dé prioridad al automóvil y hacer que la ciudad sea más agradable para vivir para sus 12 millones de habitantes. de los residentes de Isla de Francia.
Se han compartido decenas de kilómetros de carreteras para dejar más espacio al transporte público, a las bicicletas y a modos alternativos de movilidad. Por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos, todas las instalaciones deportivas son accesibles en transporte público o en bicicleta. Se han añadido miles de bicicletas de autoservicio y se han creado 120 kilómetros de nuevos carriles bici para los Juegos.
Juegos positivos para el clima
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