lEl estado de salud mental de los franceses nunca ha sido tan preocupante. Más allá de las consecuencias para la salud pública, esta epidemia silenciosa tiene consecuencias muy concretas para nuestras empresas, nuestras finanzas públicas y para la economía nacional en su conjunto. “Siempre debes decir lo que ves: sobre todo, siempre debes, lo que es más difícil, ver lo que ves”dijo Charles Peguy (Nuestra juventud). Y ¿qué vemos?
Tres de cada cuatro personas experimentan un problema de salud mental relacionado con su trabajo, y el 70% de quienes los padecen se desvinculan de su vida profesional por este motivo (estudio de Ipsos y AXA, “ Informe de salud mental », 2024). Además, el 44% de los empleados presenta incluso una situación de malestar psicológico, mientras que la tasa de burnout se ha duplicado desde 2020 (estudio de OpinionWay para la empresa Empreinte humaine “ ¿Es la prevención de riesgos psicosociales un fracaso? », 2023). Los trastornos de salud mental entre los empleados representan la principal causa de paro laboral a largo plazo (Barómetro de salud mental de los empleados de Teale, 2023) y continúan aumentando cada año.
Según la asociación nacional de responsables de recursos humanos, el número de paros laborales relacionados con causas psicológicas es mayor que el número de paros relacionados con causas físicas. Los trastornos relacionados con la ansiedad, la depresión y el agotamiento representan ahora casi una cuarta parte de estas paradas. Entre los empleados jóvenes, la evolución es aún más preocupante: según un estudio reciente de AXA, la proporción de trabajadores jóvenes detenidos durante largos períodos por agotamiento profesional aumentó entre 2019 y 2023.
Manejo y prevención
Las consecuencias están ahí. Absentismo, paros laborales más prolongados, caída de la productividad… Ya no se puede ignorar el impacto económico del deterioro de la salud mental en las empresas francesas. Para nuestro país se trata de una doble sanción, con empresas penalizadas y consecuencias directas sobre nuestras finanzas públicas. El 14 de junio de 2022, Gabriel Attal Ya lo indicó durante una audiencia en el Senado sobre el proyecto de ley para aprobar las cuentas de la Seguridad Social: “Si seguimos la tendencia que hemos observado en los últimos años, (la baja por enfermedad representará) 23 mil millones de euros al año en 2027”.
En un momento en el que Francia acaba de reducir sus perspectivas de crecimiento para el año 2024 y en un contexto de ajuste presupuestario, mejorar la atención y la prevención en materia de salud mental parece ser una cuestión de absoluta urgencia, tanto para nuestras finanzas públicas como para los indicadores de crecimiento y productividad. . Ya en 2018, la Fundación FondaMental estimó la carga financiera asociada a las patologías mentales en más de 170 mil millones de euros al año, de los cuales 126 mil millones representan costes indirectos resultantes de la pérdida de calidad de vida y de productividad.
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